16 de agosto de 2010

Después del curso...




A la mañana siguiente, el 1 de agosto, cumpleaños de la lobera (este día cumplió una decada)...recogi los huevos y los coloqué en un nido dentro de la rueda de la medicina.









Sentí una emoción especial -tal vez gallinacea- al ver todas las esferas reunidas y recogidas en un mullidito nido...un regocijo de unión, sentido, belleza y esperanza hizo sonreir a mi corazón.





Dí las gracias y me fuí.

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